Santa María Magdalena Petlacalco es más conocida simplemente como Magdalena Petlacalco. Es uno de los doce pueblos originarios de la alcaldía de Tlalpan. El nombre toponímico Petlacalco proviene del idioma náhuatl y puede ser traducido como “lugar de las casas de petate”. Tal nombre es indicativo de una larga tradición de fabricación de productos de cestería que distinguió a los habitantes de este pueblo, quienes así aprovechaban la abundancia de plantas de carrizo en su entorno.
En cambio, el nombre de origen cristiano se debe a las leyendas surgidas en el periodo colonial, que hablan sobre las apariciones de Santa María Magdalena en este lugar. Según la tradición local, la Magdalena se aparecía continuamente en las cuevas ubicadas en las cercanías del pueblo y por eso la gente la adoptó como su santa patrona.
Fundado en el siglo XV, Petacalco tiene una ancestría náhuatl, aunque sus primeros pobladores estuvieron constantemente en guerra contra los mexicas de Tenochtitlán, que hablaban su misma lengua. En 1682, José Tello de Meneses, un rico hacendado, logró adquirir gran parte de las tierras de la comunidad que los españoles consideraban inhabitadas o improductivas. Pero mucho tiempo después, en 1938, el general Manuel Ávila Camacho, que era secretario de la presidencia en el gobierno del general Lázaro Cárdenas, fue un personaje clave para lograr que se restituyeran las tierras usurpadas a la comunidad al crearse en ese año el ejido de Petlacalco. Desde entonces, la posesión legal de sus tierras ha constituido una parte importante de la herencia y la identidad de los habitantes del pueblo.
Se dice que la primera aparición de María Magdalena ocurrió en 1699 y que poco después se le erigió una capilla. Sin embargo, la construcción de la iglesia comenzó en 1725 y finalizó cinco años después. En su única nave, esta construcción tiene varios altares laterales, en tanto que el central y el presbiterio son de estilo neoclásico; allí destaca la escultura, esculpida en madera en el siglo XVIII que representa a Santa María Magdalena. En 1966. la parroquia mandó construir un reloj en la torre que se puede admirar a la derecha de la antigua fachada de la iglesia.
Cercano a 1.77 kms.
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Uno de los pueblos más notables de Tlalpan a un lado del volcán.
Un monumento a lo largo de la ciclovía adquiere un nuevo significado para los ciclistas que se dirigen a Morelos.
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Un pueblito hogareño de camino al parque, este Ajusco puede ser el pueblito más clásico de la Ciudad de México.