La Fuente de las Cibeles fue un regalo de la comunidad de residentes españoles de la Ciudad de México como símbolo de los lazos entre México y España. Es una réplica de la famosa fuente que se encuentra en la Plaza de Cibeles de Madrid.
El original fue encargado por Carlos III al arquitecto Ventura Rodríguez en 1777. Rodríguez diseñó la obra que fue esculpida entre 1777 y 1792. La obra fue realizada por dos destacados artistas de la época. Francisco Gutiérrez esculpió a la diosa Cibeles en su carruaje y Roberto Michel talló los dos leones representando a Atalanta e Hippomenes.
La versión en la Ciudad de México fue inaugurada en 1980 por el presidente mexicano José López Portillo y el entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván. En 2011 fue restaurada como parte del mantenimiento que recibieron algunos inmuebles de la ciudad.
La fuente ocupa la antigua plaza Miravalle, que había sido un límite de propiedad del siglo XIX. La plaza fue modificada en 1980 para dar cabida a la fuente. En ese momento, la plaza pasó a llamarse Plaza Villa de Madrid. La escultura completa mide unos 12.5 metros de largo, 4.7 de ancho y 5.5 m de alto. El peso es de unas 12 toneladas.
Hoy en día la Fuente de Cibeles no es sólo un punto de referencia importante, sino el sitio de un gran mercado callejero que se pone cada fin de semana.
Los circuitos Sur-Coyoacán y Centro Histórico del Turibús paran en el cuadrante norte de la glorieta. La parada está señalizada justo al oeste (a la izquierda) del tramo noreste de la avenida Oaxaca. Los pasajeros también pueden trasladarse entre rutas aquí.
Los pasajeros de Capital Bus pueden transbordar en esta parada entre la ruta Centro-Polanco y la ruta Centro-Sur Coyoacán. La ruta estacional Reforma-Santa Fe también se detiene aquí antes de regresar al Ángel de la Independencia. Durante julio, agosto, diciembre y Semana Santa, los autobuses regresan a Santa Fe, después de un rápido recorrido por la Segunda Sección de Chapultepec.
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