Conocido normalmente como el Parque Hundido, este parque es oficialmente el Parque Luis Gonzaga Urbina. Luis G. Urbina fue un poeta recordado por haber trabajado en la brecha entre el romanticismo del Siglo XX y el modernismo. El parque es el hogar del reloj floral más grande de México, y un área de juegos para niños. Pero es más famoso por el museo al aire abierto de réplicas de estelas arqueológicas.
Alguna vez estuvo ocupado por la Compañía Ladrillera de la Nochebuena y cuando la compañía partió , la arcilla utilizada para hacer los ladrillos no pudo ser reemplazada. El resultado fue una especie de gran pozo hundido. Se plantaron árboles y el lote fue conocido como el Bosque de Nochebuena, en honor al antiguo arrendatario del lugar. El bosque se convirtió formalmente en un parque en la década de 1930, cuando la Avenida Insurgentes fue pavimentada y ampliada.
En la década de 1970 ya se habían colocado en el parque varias reproducciones de hallazgos arqueológicos. Se realizaron seis rutas de caminata para pueblos de la sierra, las culturas Zapoteca, Maya, Olmeca, Totonaca y Huasteca. Estos estaban marcados con líneas de colores en el suelo.
El Parque Hundido también tiene un “audiorama”, es decir un área de escucha con capacidad para 141 personas. Rodeada de árboles y plantas, se utiliza para reproducir y escuchar grabaciones de música clásica y poesía.
La esquina de la Avenida de los Insurgentes y la calle Porfirio Diaz tiene una magnífica estatua ecuestre de Vicente Guerrero, héroe de la Guerra de Independencia de México. Este rincón sigue siendo el lugar de encuentro dominical de varios ciclistas que se han reunido cada semana aquí durante los últimos 50 años.
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