Plaza Manuel Tolsá

La Plaza Manuel Tolsá es el famoso hogar de la monumental estatua ecuestre conocida como “El Caballito“. Frente al Museo Nacional de Arte (en la foto), es una de las plazas más destacadas de la Ciudad de México. Aún cuando no es una de las más grandes, es el sitio frecuente de eventos culturales y artísticos.

La plaza surge con la demolición del antiguo Hospital de San Andrés. En general, se considera que es una de las últimas obras de la arquitectura del porfiriato y probablemente también del mismo Porfirio Díaz. Precisamente fue él quien decidió nombrar el lugar en honor a Tolsá. Fue un movimiento apropiado ya que la plaza da al Palacio de Minería. Si todo el conflicto por la estatua de Carlos IV deja alguna duda, el Palacio de Minería debería aclararla.

Puede que sea la obra maestra arquitectónica más completa e incluso sorprendente de Tolsá. Rodeada como está por pesados edificios de estilo renacentista florentino, es una obra neoclásica de una liviandad que se dejaba ver un siglo antes.

No obstante, al fin y al cabo, es solo una plaza de la ciudad pavimentada con piedra al estilo europeo.

Es el lugar en donde se alimenta a las palomas y pasan niñas de la escuela, guiadas y tomadas de la mano. Los fines de semana, muchas de las calles laterales están llenas de distribuidores de libros de Donceles y de otras partes de la ciudad. Algunos residentes de la Ciudad de México cruzan la Plaza Manuel Tolsá miles de veces en su vida. Rara vez se dan cuenta de que es su energía la que sigue resonando, incluso hasta el día de hoy.

El Circuito Centro Histórico del Turibús hace una parada muy cerca del cruce con Eje Central, al poniente de la plaza