Glorieta de Popocatépetl

La Glorieta de Popocatépetl se encuentra en la curva norte del antiguo Hipódromo de la condesa. Parte de la razón por la que los urbanistas rechazan las calles curvas, como las que se ven aquí, es por la anomia que pueden provocar en lugares como éste. La fuente y la plaza han hecho las delicias de residentes y transeúntes durante casi 100 años pero eso sólo ocurre cuando no se sienten  demasiado perdidos.

La fuente es obra del arquitecto José Gómez Echeverría quien la elaboró en 1927. El barrio era entonces bastante joven. Pero la fuente parece sorprender a los peatones perdidos cuando aparece, tal vez como se pretendía, en su esplendor tardo-simbolista. La obra evoca claramente el gigantesco anfiteatro Art Déco situado justo al sur. El Foro Lindbergh del Parque México se inauguró ese mismo año.

La Bomba, como se la conoce popularmente, parece habitar un espacio liminal casi desconocido en algún lugar de la zona del Hipódromo, lejos del centro del Parque México. Incluso los residentes más antiguos de la Condesa parecen olvidar a menudo dónde está. Y las raíces estilísticas del Art Déco en el Art Nouveau anterior parecen patentes aquí.

Otras dos rotondas más pequeñas de la zona también datan de la fundación (y trazado) del barrio en 1925. Llevan los nombres de Iztlacíhuatl y Citlaltépetl, en la ovalada avenida Amsterdam, al sur. Este último pico volcánico es más conocido como el Pico de Orizaba. Juntos, los tres nombres recuerdan los picos montañosos más altos de México. Pero aquí el Popocatépetl está solo, aunque no tan al norte de los otros.

La Glorieta Popocatépetl es la rotonda terminal de la breve (dos manzanas) calle Popocatépetl. La calle corre hacia el suroeste desde la Avenida Álvaro Obregón. Así, Roma Norte está apenas dos cuadras al norte. Insurgentes se encuentra apenas dos cuadras al oriente. Y aunque podemos ubicarla en el mapa, precisamente el lugar donde se levanta la fuente de azulejos y adornos deja siempre mucho a la imaginación.