Estatua de George Washington en Chapultepec

El Monumento a George Washington en Chapultepec fue obsequiado por el gobierno de Estados Unidos durante el Porfiriato tardío. Hoy, más que nada, el monumento explica el nombre de la Plaza Washington en la Colonia Juárez. El pintoresco cruce de las calles Dinamarca y Londres marca el emplazamiento original de la estatua. Pero basta con visitar brevemente la encantadora plazoleta para darse cuenta de que es más bien pequeña para una obra tan formidable. Llegó a la Segunda sección de Chapultepec en 1970.

La obra fue bastante controvertida al principio. Tanto la colonia Del Paseo, llamada así por el Paseo de la Reforma, como la colonia De la Teja, se estaban desarrollando con fuertes inversiones estadounidenses. Eso llevó a que al barrio combinado se le llamara “Colonia América”. En 1906, el barrio tuvo que ser rebautizado en honor a Benito Juárez, el “Benemérito de las Américas”.

Justo a tiempo para el centenario de la Independencia de México, el Gobierno de Estados Unidos donó la estatua. No fue inaugurada hasta 1912 por Francisco Madero. Pero con la invasión de Veracruz en 1914, la estatua sufrió un vandalismo bastante dramático. Algunas fuentes afirman que incluso fue arrastrada por las calles. Teniendo en cuenta el peso de la estatua, esto no es probable.

La estatua es obra del escultor italiano Pompeo Cappini  quien nació en la región de Lombardía, y  vivió en Texas desde 1901. Allí es especialmente conocido por el Cenotafio del Álamo, que sigue en pie en Austin. Había realizado otras dos estatuas con retratos de Washington, aunque sus monumentos a los soldados confederados son especialmente destacados en Texas.

El diseño de Cappini en bronce muestra la mano derecha de Washington extendida en señal de amistad, con su sombrero en la izquierda. En la Plaza, miraba hacia el norte.

La reubicación de la estatua en 1970 pretendía mejorar la movilidad en la intersección. Hoy, la vista de Washington, más bien desamparada, por una de las calles arboladas del parque es mucho más tranquila. Las relaciones entre México y Estados Unidos también lo son.