Escultura El Caballito de Sebastián

El Caballito de Sebastián debe entenderse en relación con el El Caballito original de Tolsá. La primera estatua ecuestre, estuvo en este mismo lugar desde 1852 hasta 1979, fecha en la que fue trasladada a la Plaza Manuel Tolsá frente al Museo Nacional de Arte MUNAL.

El artista Sebastián tituló la obra Cabeza de caballo, aunque es conocida por todos como El Caballito, incluso mucho después de que el original fuera trasladado. La obra, obviamente, se inspira en la escultura ecuestre Carlos IV de Tolsá, sin embargo, la gente nunca ha dejado de discutir al respecto.

La rotonda que lo rodea es la séptima de las glorietas del Paseo de la Reforma (al viajar de oeste a este). De hecho, es anterior al Paseo por más de una década. Se menciona por primera vez, como rotonda sobre Bucareli, al sur, en 1852.

Al comienzo de Bucareli

Aunque parte del brillo de la Avenida Bucareli se ha desgastado en los años transcurridos desde que se trazó, sigue siendo una gran calle. Antonio María de Bucareli y Ursúa no fue el único italiano que llegó a ser virrey. Sin embargo, su calle llegaría a ser una de las más conocidas. Ciertamente, en su intersección con el Paseo de la Reforma fue una vía prominente, y lo sigue siendo en la actualidad.

La estatua está construida con placas de acero recubiertas de un esmalte de acrílico amarillo brillante. Los propietarios de la Torre El Caballito, que se encuentra tras la escultura, encargaron la obra. Sus requisitos especificaban que midiera 28 metros de altura y que fuera capaz de ventilar los humos de una alcantarilla bajo el edificio, y a fe que ha tenido éxito en estos modestos objetivos, convirtiéndose además en un importante punto de referencia hasta nuestros días.

Sebastián

Sebastián, el artista, es Enrique Carbajal González. Nacido y criado en Chihuahua, su obra siempre está vagamente relacionada con el norte del país. Sus esculturas de acero conservan siempre un cierto aire desértico, aunque el artista ha permanecido en la capital desde que comenzó sus estudios en la UNAM en 1964. Su obra se encuentra entre las artes visuales más reconocibles que han surgido en México en la segunda mitad del siglo XX.

Monumental, moderna y franca, la obra de Sebastián adorna los horizontes de una buena docena de ciudades mexicanas. Casi siempre son abstracciones monocromáticas altamente estilizadas basadas en formas naturales. Una de las más próximas a la ciudad es “Coyote Hambriento”, en el centro de Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México. El título se refiere a una forma de traducir el nombre de Nezahualcóyotl, es decir, coyote hambriento. Y aún más cerca, en el campus de la UAM Azcapotzalco, se encuentra “La Fluorita Roja”.

Sus piezas son controvertidas de una manera bastante inofensiva en casi todas partes. Por lo visto, la escultura monumental de metal modernista siempre puede hacer que algunas personas se exalten un poco. Pero el “Caballito” de Sebastián, ¡un caballo sin jinete!, logra una hazaña totalmente apropiada. A la par que respetuosa con lo antiguo, corrige algunas de las indiscreciones propias del pasado. Aquí no hay indígenas conquistados ni reyes extranjeros. De hecho, Sebastián afirma haber seguido el sentido olmeca de la proporción, considerando únicamente el tamaño y la forma de la cabeza del caballo. El resultado es sorprendente. Con casi 40 años, la obra está envejeciendo excepcionalmente bien.

Fuentes citadas:
El Caballito on Mexican Routes