La Plaza de San Juan, también llamada Plaza del Buen Tono en su forma actual, se puede atribuir al tabacalero y hombre de negocios francés, Ernesto Pugibet. Él, junto con Miguel Ángel de Quevedo, fue responsable de la construcción de la iglesia del Buen Tono, la cual domina el lado occidental de la plaza hoy en día.
El hecho es que, ya en la época de Pugibet a fines del siglo XIX, la plaza había sido designada como sitio para ubicar un concurrido tianguis desde el siglo XVI. También es difícil imaginar que, incluso este atrio no oficial, ciertamente sirvió como plaza fuera de la Basílica de San José, justo al norte de la plaza. El monumento actual a Pugibet (visible arriba) se enfrenta a esta otra antigua iglesia. Completada en 1792, en realidad reemplazó a una estructura mucho más antigua del siglo XVI en la misma parcela de tierra.
Hoy, su centro está dominado por bustos de personalidades de los estudios de televisión de Televisa, que quedan cerca de aquí y también son un sitio digno de verse.
El sitio había estado afuera del convento de San Juan de la Penitencia y un gran hospital, acompañado por un teatro que había estado aquí durante años. Las fotografías del siglo XIX muestran claramente las masivas tabacaleras del Buen Tono que pasaron a ser el Mercado de San Juan, e incluso otros mercados en el vecindario.
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