Parque de las Novias

El Parque de las Novias es uno de esos parques que son un parque por la simple fuerza de su propio paisaje tornasolado. Los constructores no sólo habrían necesitado excavadoras, sino dinamita para despejar la extraordinaria roca volcánica. Los afloramientos se prestan al paisaje único, salvaje e indómito. Nada más llegar, uno se da cuenta de que las calles del vecindario están salpicadas de árboles similares a los del parque, y a menudo con las mismas rocas debajo.

El parque debe su nombre a las novias, futuras novias y quinceañeras que llegan aquí para fotografiarse. Suelen venir de la cercana Santa María de los Apóstoles, localidad que se encuentra justo al sur, en la colonia llamada Bosques de Tetlameya, que ha estado protegida por la sombra de los árboles desde hace mucho tiempo.

El parque se conoce alternativamente como el Bosque de Francisco Martínez de la Vega (1909-1985), que fue un conocido periodista que llegó a ser gobernador de San Luis Potosí. Este mismo sitio también fue conocido durante mucho tiempo como el Bosque de Luis Murillo, pues la calle de enfrente también lleva el nombre de Luis Murillo (1872-1928), famoso pedagogo y educador. Su Atlas Botánico ilustrado de 1904 podría seguir siendo útil en el Parque de las Novias, cuya vegetación parece crecer en todas las direcciones posibles.

Aún así,  el nombre “Novias” no está del todo asentado. El parque aparece casi con la misma frecuencia como “Parque de los Novios” en los registros de la ciudad y la alcaldía. Lo cierto es que el parque es un excelente punto para tomarse fotos, seas novio o novia, pues es un excelente ejemplo del paisaje del Pedregal que ocupa gran parte del sur de la Ciudad de México.