Nuestra Señora de los Ángeles es una de las iglesias más famosas de la colonia Guerrero en la Ciudad de México, y es la principal responsable de la sub-colonia en su interior. Esta sección de la Guerrero incluye el Salón Los Ángeles y, por lo tanto, gran parte de la tradición e historia del área.
El Santuario de Nuestra Señora de Los Ángeles data de 1580. En ese año, una devastadora inundación azotó la ciudad, y cuando las aguas retrocedieron, un hombre fuerte llamado Izayoque, esencialmente el gobernante del barrio, en ese entonces llamado Coatlán, descubrió un hermoso lienzo en los escombros. Era una imagen de la Virgen. Venerando la pintura, se dice que construyó un pequeño oratorio de adobe para albergarla. Debido a que estaba dañado, lo hizo copiar en la pared. Se conoció como la Ascensión de Izayoque. A los pocos años la imagen atrajó tanta multitud y devoción que el Arzobispo Alonzo Fernández de Bonilla ordenó la erección de una capilla pública para reemplazar el oratorio.
En el siglo XVIII, esa capilla estaba en tan mal estado que se sometió a varias renovaciones. La mayoría de ellos pueden atribuirse a la devoción que aún inspiraba la imagen. Finalmente, en 1777, se colocó la primer piedra de esta nueva iglesia. Posteriormente este proyecto fue cancelado y el vecindario enfureció. En 1804, el proyecto de 1777 fue modificado significativamente y la construcción continuó hasta 1808.
Aunque abierto al público, la cúpula y la fachada se modificarían más tarde. La famosa cúpula de 16 metros del templo fue finalmente terminada por Emilio Dondé Preciat entre 1885 y 1890. Mientras simultaneamente estaba trabajando en el aún más gótico Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús en la que hoy es la calle Madero.
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The seat of local government and a series of surrounding public plazas.
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