Museo Nacional de Charrería

El Museo de la Charrería es un museo único en un entorno fantástico. Charrería no puede traducirse realmente como “rodeo”, aunque para los ojos de los anglosajones tendrá mucho en común. En los primeros años de la época colonial, los indígenas tuvieron que aprender rápidamente la cría de animales bajo el sistema de haciendas. La monta de caballos, el cuidado del ganado y el equipo que lo acompañaba dieron lugar a una mezcla de expresiones y técnicas culturales españolas e indígenas. El museo pretende preservar la tradición, especialmente para el público mexicano. Un vistazo a la página de Facebook de la Federación de Charrería te dará una buena idea de lo que puedes esperar.

El antiguo monasterio

El museo ocupa la mayor parte del antiguo monasterio de la Virgen de Montserrat. Una imagen de esa Virgen, casi siempre oculta por velos, había sido traída desde Cataluña. Fundado a finales del siglo XVI, sirvió de hospital. Esto era especialmente importante, ya que en aquella época eran frecuentes las epidemias de fiebre hemorrágica viral y de viruela. La orden benedictina dirigió el monasterio y el hospital desde 1602 hasta 1821. También funcionaba como escuela para jóvenes que ingresaban en la vida religiosa, copiaban manuscritos y cultivaban judías y ciruelas. Se dice que tuvo una reputación controvertida.

Finalmente, cerró en 1821 con sólo seis monjes viviendo allí. El edificio se deterioró considerablemente y se utilizó como cuartel militar, museo de aeronáutica, archivo y, finalmente, como sede de la Federación Socialista de Trabajadores.

El museo en la actualidad

Cuando la Federación Mexicana de Charrería tomó posesión del edificio en 1970, éste estaba completamente abandonado. El museo se inauguró en 1973 y está dedicado a la conservación del arte y la artesanía relacionados con el deporte y la tradición de la charrería mexicana. La colección incluye sillas de montar, arcos, sombreros, trajes de charro, armas de fuego y mucho más. La mayor parte de la colección ha sido donada por aficionados a este deporte. Se pueden ver objetos de Maximiliano I y Francisco Villa. También hay una colección de acuarelas de José Albarrán Pliego, y vestidos de la legendaria China Poblana. La Federación también tiene un programa permanente de ayuda a las escuelas y a los artesanos dedicados a la tradición y a la elaboración de artículos relacionados con la ganadería.