San Pedro Mártir, Tlalpan

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San Pedro Mártir alberga un sorprendente número de atracciones y puntos de interés. Este pueblo, uno de los 12 originarios de Tlalpan, era conocido como el “lugar de los ocotes”, que son los grandes pinos de Moctezuma que aún crecen en la zona. Los visitantes internacionales suelen pasar por aquí de camino a los parques nacionales del sur. Pero el pueblo también vale la pena ser visitado, y no sólo por el mercado. Mira las fotos de abajo.

Iglesia de San Pedro de Verona Mártir

La parroquia de San Pedro de Verona Mártir data de principios del siglo XVIII. Fue construida por los monjes dominicos de San Agustín de las Cuevas. Consta de una sola nave y una torre de tres cuerpos, al coro se accedía por la puerta lateral situada en lo alto de la escalinata del arbotante. La techumbre se desarrolla con bóvedas de piedra torneada sostenidas por arcos fajones. En el interior, destaca una talla en relieve de madera de San Pedro de Verona, que data del siglo XVIII. La iglesia ha sido renovada varias veces y ha perdido parte del diseño original. El patio alberga otros dos edificios modernos, uno de ellos el edificio anexo, de gran dramatismo. También hay una estatua de la Virgen de Guadalupe en un lateral de la iglesia.

Fotos abajo:
A) El edificio anexo en los terrenos de la iglesia de San Pedro; B) la (nueva) iglesia de San Juan Evangelista; C) la antigua iglesia de San Juan Evangelista

Fotos arriba:
D) Cementerio de San Pedro Mártir; E) Quiosco del pueblo; F) Biblioteca de San Pedro Mártir

La nueva iglesia de San Juan Evangelista es una iglesia anglicana, prácticamente al otro lado de la calle de San Pedro. Fue precedida por el edificio más antiguo, ahora llamado Capilla El Buen Pastor. Está un poco más abajo, en la calle Laurel. La nueva capilla brilla, aunque más bien por su excitante diseño Arte Deco y su espectacular trabajo de pintura.

Los visitantes internacionales querrán visitar la biblioteca especialmente por sus excelentes murales. También está muy bien valorada por la colección histórica que alberga. Al pasear por el centro de la ciudad, uno puede sorprenderse de lo mucho que hay para ver y hacer. Pero no te olvides de ir al mercado a comer.

Créditos fotográficos: 
A: Alejandro Linares Garcia, License
B – F: Aldonicolai, License