Poco mencionado en las listas de atractivos turísticos, el antiguo pueblo de San Diego Churubusco fue uno de los siete pueblos originarios de Coyoacán.
En la época prehispánica se le designaba como Huitzilopochco, topónimo náhuatl compuesto por las palabras huitzitzilin, vocablo que significa “colibrí”, y opochtli, un término referencial que puede traducirse como “zurdo” o “sureño” (ambas acepciones asociadas a la posición cardinal que nosotros llamamos Sur). Huitzilopochco fue un lugar consagrado al dios tutelar de los aztecas, Huitzilopochtli, cuyo nombre comporta las mismas raíces lingüísticas. En homenaje a este dios se levantó un templo (cuyos vestigios fueron recién descubiertos por los arqueólogos a fines del siglo XX). Pero desde mucho antes, quizás en fechas tan lejanas como el año 1065 A.E.C., la zona revestía gran importancia, ya que era un punto para realizar una parada en el trayecto de ida y vuelta que los comerciantes hacían al entrar al Valle de México por el sur, siguiendo en lo esencial lo que hoy es la Calzada de Tlalpan.
Al pasar al idioma español, Huitzilopochco se convirtió en Churubusco y así se le ha conocido desde la época colonial hasta nuestros días.
Las aldeas del antiguo Huitzilopochco quedaron bajo la jurisdicción de la orden misionera de los franciscanos, quienes entre 1528 y 1548 erigieron allí una pequeña iglesia de ladrillo que con el tiempo se convertiría en uno de los más destacados conventos en la periferia de la capital de Nueva España. Hacia 1587, el monasterio y sus tierras de labrado quedaron bajo el control de la orden de los dieguinos (una rama de los franciscanos), y si bien a la iglesia y el complejo conventual aledaño fueron denominadas como Nuestra Señora de los Ángeles, esto explica que el pueblo formado a su alrededor se terminara llamando San Diego, pues éste era el santo patrón de los dieguinos.
El convento siguió funcionando como tal hasta la intervención estadounidense en México. En agosto de 1847 tuvo lugar la famosa batalla de Churubusco (para más información sobre este suceso, puedes leer la entrada del Museo de las Intervenciones). Luego pasó a ser un hospital militar, mientras que gran parte de los terrenos circundantes seguían siendo usados como campos de cultivo.
Pero desde antes de la Revolución de 1910, el desarrollo urbano comenzó a alcanzar a Churubusco. Se construyó el primer club de golf en México, mismo que si bien no operó con continuidad, todavía sobrevive como el Club Campestre de la Ciudad de México; después de la guerra revolucionaria, tomó auge el proceso de urbanización cuyos resultados son visibles hoy en día.
Actualmente, varias colonias que aún llevan el nombre Churubusco se extienden, principalmente hacia el este, cubriendo gran parte de lo que fueron los suelos y tierras de cultivo del viejo monasterio. Muy cerca del club se abrieron las instalaciones de los Estudios Churubusco, dedicados a las labores cinematográficas. Actualmente estos estudios permanecen allí mismo, adyacentes al CENART (ambos complejos están adscritos a la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal).
Es fácil llegar al barrio de San Diego Churubusco tomando el metro hasta la estación Metro General Anaya. Una interesante caminata de aproximadamente media hora puede llevar al paseante desde esta estación a la del Metro Coyoacán, pasando por la plaza central del barrio. También a unos veinte minutos caminando desde General Anaya se puede llegar al Museo Frida Kahlo.
Cercano a 0.15 kms.
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