Misterio Gozoso No.5

El Quinto Misterio Gozoso se conoce comúnmente, en inglés, como  “The Finding of the Christ Child in the Temple” (en español se conoce como “El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo). Una falsa compresión del tiempo parece indicar que este Misterio sigue al cuarto fourth, pero, por supuesto, éste tiene lugar algunos años después. Es notable como el único relato de la infancia de Cristo en la biblia canónica, aunque los llamados evangelios “perdidos” y gnósticos están repletos de tales relatos.

El tema del Niño Jesús enseñando en el templo fue común desde la época medieval hasta al menos el siglo XIX. Desde entonces, casi se ha olvidado. En el relieve de piedra, muy erosionado, aún podemos ver a varios ancianos en la parte inferior del plano de la imagen. La figura de Jesús ocupa el centro del plano, con tres arcos que significan el templo.

Todos los monumentos originales de los Misterios representan a la Virgen de Guadalupe sobre el tercer cuerpo del monumento, con la estatua de un santo en la parte superior. Es probable que éste se terminara a finales del siglo XVII. El Primer  Misterio se comenzó en 1675, y los otros 14 le siguieron después. Siete de ellos fueron sustituidos por otros modernos después de perderse por completo en el tiempo. Pero hoy todos forman parte de un maravilloso paseo histórico y antigua ruta de peregrinación. The Calzada de los Misterios sigue una ruta sagrada aún más antigua que data del reinado de Nezahualcóyotl (1429-1472). Pero hay que recorrerla a pie para apreciarla plenamente.

El monumento al Quinto Misterio Gozoso está justo al sur de la importante intersección con el Ferrocarril Industrial, y la Calle Clave que cruza casi todo el barrio. El ferrocarril continúa hacia el poniente en dirección a la zona de La Raza y a las vías férreas que aún están en servicio en el oriente de Azcapotzalco. Estos solían servir a extensas áreas industriales en el sur de la Ciudad de Villa de Guadalupe Hidalgo que más tarde se convirtió en la Alcaldía Gustavo A. Madero. A partir del siglo XIX, la fuerte economía de este lugar dio sustento a una clase empresarial que construyó las viviendas a ambos lados de la Calzada. Es parte de lo que la convierte en un paseo tan importante, incluso hoy en día.