Misterio Glorioso No. 4

El Cuarto Misterio Glorioso de la Calzada de los Misterios representa La Asunción de María. El misterio representado aquí se refiere a los acontecimientos que rodean la ascensión de la Madre de Dios, en cuerpo y alma, al cielo.

El tema en el arte cristiano se remonta al siglo IV, pero cobró especial protagonismo a partir del XII, a medida que la devoción mariana crecía en seguidores e influencia. Con la Contrarreforma y el arte barroco, la Asunción se convirtió en un argumento especialmente importante a favor del papel de la Virgen María en la salvación personal. Caravaggio, El Greco, Rubens y muchos otros pintores representaron el tema de la Asunción de María al cielo.

Este monumento es el penúltimo de la serie de los 15 Misterios del Rosario, y la última de las siete reproducciones. Ocho de los monumentos se terminaron a finales del siglo XVII sobre diseños del arquitecto Cristóbal de Medina Vargas, pero siete se perdieron en el siglo XIX. Los siete que faltaban no se repusieron hasta 1999 y hoy contribuyen a convertir la ruta en uno de los itinerarios de peregrinación más importantes de México. Para los paseantes profanos, también es un paseo maravilloso.

El monumento al cuarto Misterio Glorioso está a sólo una manzana al oeste del Metro La Villa – Basílica, que da a la Calzada de Guadalupe. Esa vía posterior se abrió sólo después de que los 15 monumentos se hubieran erigido a lo largo de la Calzada de Misterios durante unos 100 años. De hecho, la ruta en sí data de una obra hidráulica del siglo XV realizada por el emperador Nezahualcóyotl.

Justo al norte de la Avenida Ricarte, la obra de arte del monumento es una de las más claras y atractivas de las que se muestran en el largo recorrido hacia el norte desde el Monumento a los Peregrinos. Si ha llegado hasta aquí, sólo le queda una más.