Casa Amaya

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La Casa Amaya es una de las casas particulares más antiguas de Ciudad de México. Justo en la esquina de la Plaza Central de Xochimilco, ofrece un breve y profundo viaje a la historia temprana de toda la zona.

Fundada alrededor de 1553, la casa ha sido conocida durante mucho tiempo como la “Casa del Cacique Apochquiyahuatzin”. Hoy en día no usamos ese nombre porque la palabra “cacique” implica un estilo de liderazgo asociado a las mafias. Se trata claramente de un malentendido de las costumbres indígenas por parte de los pensadores de la época colonial. El sistema virreinal que los españoles impusieron en el Valle de México, desde nuestra perspectiva, era enteramente un sistema basado en caciques.

Hoy la casa se conoce por el nombre de la familia Amaya que la compró en 1920. Pero es especialmente recordada por haber sido el hogar de Apochquiyauhtzin.

• Apochquiyahuatzin, (fallecido en 1572) era un gobernante xochimilca y tlatoani del altepetl (es decir; ciudad-estado) de Xochimilco cuando los españoles llegaron al Valle de México en 1520. Su nombre se ha traducido como ” señor andrajoso” o ” desharrapado”. Probablemente asistió al encuentro entre Hernán Cortés y Cuitláhuac en la actual Iztapalapa. En 1521, dirigió las fuerzas xochimilcas en alianza con las de Cortés durante el sitio de Tenochtitlan.
• Bautizado en 1522, se dice que fue el primer xochimilca que aceptó el ritual. A partir de entonces se llamó Luis Martín Cortés Cerón de Alvarado. La parte “de Alvarado” de su nombre indica que Pedro de Alvarado se convirtió en el gobernante de la encomienda de Xochimilco. Pero Cortés Cerón alcanzó una buena cantidad de poder al mismo tiempo.
• En 1524, Cortés Cerón recibió órdenes de recibir a los misioneros franciscanos con “reverencia”. Y esto marcó el inicio de la conversión de todo el pueblo de Xochimilco al cristianismo.
• Pero también puede entenderse como una astuta maniobra política. El pueblo de Xochimilco se había resistido durante mucho tiempo al dominio de Tenochtitlan. A través de la figura de Cortés Cerón, mantuvieron esa independencia incluso bajo los españoles. Hasta hoy, el espíritu de la alcaldía se percibe en su resistencia a la interferencia exterior.

En la actualidad, la planta baja alberga una farmacia y un consultorio médico. Pero como hogar de una primitiva “nobleza indígena” es totalmente único. Gran parte de Xochimilco traza su historia a través de esta misma casa. Todo buen recorrido por el Centro Histórico de  Xochimilco debe empezar aquí.