Monumento a la Madre

El Monumento a la Madre es uno de los monumentos públicos más destacados de la ciudad.  Fácilmente visible desde Insurgentes Norte, detrás de él se encuentra el famoso tianguis dominical del Jardín del Arte.

El monumento fue dedicado en 1949 a partir de una sugerencia hecha unos 25 años antes, en 1925, por el entonces secretario de Educación, José Vasconcelos.  El monumento fue construido entre 1944 y 1949 y cuenta con tres esculturas del artista Luis Ortíz Monasterio. Éstas se encuentran organizadas en un entorno arquitectónico art-decó diseñado por José Villagrán García. Esta es probablemente la obra más conocida de Ortíz Monasterio, aunque su Fuente de Nezahualcóyotl en Chapultepec está muy bien considerada. Villagrán es más recordado como teórico, aunque su trabajo en el Hospital de Jesús en el Centro Histórico es muy conocido y hoy en día se está tratando de preservar al menos parte de su trabajo en el Rastro de Ferretería en Azcapotzolco.

Las tres esculturas, un hombre escribiendo, una mujer con una mazorca y la gran figura central de la madre, tienen cierto parecido con las del Monumento a la Revolución de Oliverio Martínez. Estos fueron inaugurados unos diez años antes. Todos muestran al menos cierta influencia del destacado arquitecto y artista Juan O’Gorman. Campeón del Funcionalismo Mexicano, su obra posterior había comenzado a inclinarse claramente hacia temas indígenas y específicos de México.

El Monumento a la Madre quedó muy dañado en el terremoto de 2017, que derrumbó toda la escultura y el pilar central. Fue cuidadosamente reconstruido y reabierto recién en 2018.

Muchos de los visitantes dominicales del tianguis artístico del parque Jardín del Arte se detienen a apreciar también este monumento.