Fonoteca Nacional

La Fonoteca Nacional es la dependencia de la Secretaría de Cultura encargada de preservar el patrimonio sonoro del país. Encargada de cinco actividades prioritarias, la Fonoteca trabaja para:

1. Rescatar y preservar el patrimonio sonoro del país
2. Promover el acervo sonoro que resguarda
3. Realizar actividades académicas, artísticas y culturales relacionadas con estos materiales
4. Apoyar una cultura de la escucha entre la población en general
5. Apoyar e inspirar la creación y experimentación artística en materia de sonido

Para los visitantes no hispanohablantes, la Fonoteca Nacional puede no estar al inicio de su lista de deseos, pero la Fonoteca se sumó a una lista de archivos audiovisuales y fotográficos dedicados a preservar más la cultura de México. Entre ellos están:

• La Filmoteca de la UNAM (1964)
• La Cineteca Nacional (1974)
• Y la Fototeca del Instituto Nacional de Antropología e Historia ( 1976)

Sin embargo, para entonces no existía aún un lugar especializado en la protección del material sonoro.

La Fonoteca Nacional, la primera de su tipo en América Latina, se inauguró apenas en 2008.

La Casa Alvarado es un edificio del siglo XVIII de estilo andaluz y morisco, declarado monumento histórico en 1932. Había sido la biblioteca de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, luego la biblioteca de la Secretaría de Educación Pública, la sede de la Enciclopedia de México, una Oficina de Estadística, y finalmente sede de la Fundación Octavio Paz. De diciembre de 1997 a abril de 1998, fue también la última residencia del propio Octavio Paz, quien falleció allí.

En la actualidad, el inmueble cuenta con el Edificio de Conservación, que incluye las partes principales de la Fonoteca. También cuenta con una Audioteca y una Sala de Lectura, un Jardín Sonoro –abierto al público de lunes a sábado de 12:00 a 13:00 horas y de 17:00 a 18:00 horas-, y el Auditorio Murray Schafer, donde tienen lugar la mayoría de las actuaciones públicas. La Galería René Villanueva consta de dos salas de exposición, como espacio abierto a los artistas.

Las Salas de Formación Thomas Stanford y Henrietta Yurchenko y los Estudios Carlos Chávez también realizan importantes contribuciones, no sólo al estudio académico del sonido, sino a la cultura general del país y sus numerosos pueblos.