San Bartolomé Apóstol, Atepehuacan

El Templo de San Bartolomé Apóstol es el antiguo centro espiritual del antiguo pueblo de Atepehuacan. Fue capilla de visita de los franciscanos de Santiago Tlatelolco. Pero hoy, es uno de los asentamientos originales de la alcaldía Gustavo A. Madero menos conocidos.

La mayor parte de lo que vemos hoy en la estructura de la iglesia es del siglo XVIII, aunque es casi seguro que los franciscanos construyeron algo aquí ya a finales del siglo XVI. El atrio ha cambiado, como la mayoría de los de la Ciudad de México, y el situado al oeste de la iglesia se ha convertido en una plaza cívica. La iglesia es casi única en el sentido de que aún conserva un importante cementerio alrededor de gran parte del resto del edificio.

Como muchas iglesias de su época, ésta conserva muy buenos ejemplos de arte eclesiástico. El altar es insólito, con cuatro columnas salomónicas. También destacan una escultura de San Bartolomé Apóstol y un cuadro de una de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.

El campanario tiene dos de sus tres campanas prestadas por otra parroquia desde hace quizá más de un siglo. Tras la Revolución Mexicana, la parroquia quedó prácticamente abandonada. Más tarde, en el siglo XX, los habitantes del pueblo trabajaron para revivir la parroquia y recibieron un nuevo párroco. Pero hoy la iglesia y el pueblo son una reserva preciada dentro de un paisaje de comunidades que se mueven mucho más rápido, a saber, las de Lindavista, al este inmediato, y el Instituto Politécnico Nacional, al norte.