El Quinto Misterio Glorioso da la bienvenida a peregrinos y paseantes a la Basílica de Guadalupe. Es el decimoquinto monumento que se alza en el extremo oriental de la Calzada de los Misterios, la entrada tradicional o ruta de peregrinación que conduce a la Basílica.
El Misterio representado es la Coronación de la Virgen María como Reina del Cielo y de la Tierra. Para los religiosos y los artistas, el tema fue cobrando importancia a partir del periodo gótico. Es especialmente prominente en las obras religiosas italianas de los siglos XIV y XV.
En este caso, el monumento destaca especialmente por su proximidad al recinto de la Basílica. El edificio de la Nueva Basílica es perfectamente visible desde el otro lado de la calle. El hecho de que este monumento sea uno de los ocho originales no hace sino realzar su importancia. Los siete monumentos situados justo al sur fueron sustituidos en 1999 tras su destrucción en el siglo XIX.
Los monumentos originales presentan una especie de enigma de estilo barroco que los espectadores modernos pueden encontrar particularmente extraño. Pero aquí también se está decididamente dentro del casco antiguo de la ciudad de Villa de Guadalupe Hidalgo. Casi siempre hay coches aparcados en la base del monumento, y puede parecer parte de una ciudad industrial mucho más pequeña. De hecho, así fue la antigua ciudad durante muchas generaciones.
La paralela Calzada de Guadalupe, a sólo una manzana al este, es en muchos sentidos un paseo igual de agradable y atractivo hasta la Basílica. Pero para quienes recorren la antigua ruta de peregrinación, la llegada aquí, al Quinto Misterio Glorioso, puede resultar una experiencia más sombría y concienzuda. La larga historia del lugar es mucho más palpable bajo la ineludible pátina del siglo XX.
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Cercano a 0.11 kms.
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Un templo dedicado a la primera santa indígena de América . . .
A fantastic place for eating just outside the basilica . . .
A very old church calls to mind the long history of the Villa Guadalupe Hidalgo . . .
A fantastic place for lunch just outside La Villa . . .