La Explanada Gustavo A. Madero constituye el centro cívico de la alcaldía Gustavo A. Madero (GAM). Consiste en un complejo de plazas gigantes situadas al este de la Basílica de Guadalupe. La plaza está frente al Mercado Villa Zona 34, al oeste. Todos estos elementos conforman la Colonia Villa de Gustavo A. Madero, lo cual ayuda a explicar la larga historia de la alcaldía de Gustavo A. Madero, pues una evolucionó a partir de la otra.
La explanada alberga eventos de todo tipo, muchos de ellos se realizan en el auditorio cívico, en la esquina noroeste de la plaza, pero también pueden celebrarse en el centro de la plaza, sobre todo las ferias, conciertos, conferencias y bailes de todo tipo.
La remodelación que sufrió en 2013 le otorgó a la plaza su aspecto actual. Con ella también se recuperó el monumento a Gustavo A. Madero, quien fuera hermano del presidente Francisco A. Madero, que da nombre a la famosa calle. Como bien sabemos, el asesinato de Gustavo marcó uno de los momentos más oscuros de la Revolución Mexicana.
La alcaldía general de La GAM, fue fundada como Ciudad de Villa de Guadalupe en 1563. Siguió siendo un importante lugar de peregrinación durante toda la época colonial, como lo había sido Tepeyac durante la antigüedad. El nombre del héroe del Movimiento de Independencia se añadió al de la ciudad independiente, Villa de Guadalupe Hidalgo, y permaneció hasta que ésta pasó a formar parte de Ciudad de México en 1931.
Hoy en día sigue siendo la segunda zona más poblada de Ciudad de México, sólo superada por Iztapalapa. La explanada Gustavo A. Madero se encuentra en el recodo con forma de L que presenta la alcaldía. Comparte ese espacio central con Lindavista y la zona de Indios Verdes. Al norte está Cuautepec y las montañas de la Sierra de Guadalupe. Al poniente están el bosque y el zoológico del centro de la zona de Aragón.
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Una punta de la Sierra de Guadalupe confundida frecuentemente...
Una capilla privada data del siglo XX...
Un símbolo inconfundible de la Basílica.
Para los visitantes cansados después de la Basílica, el Museo del Ferrocarril de la Ciudad de México es una buena parada cargada de historia.
Uno de los acueductos antiguos mejor conservados de la ciudad, el Acueducto de Guadalupe aún se remonta al pasado.