Ermita del Calvario, Tlacoyucan

La Ermita del Calvario fue construida entre los siglos XVI y XVII. Hoy en día, puede parecer una rústica capilla para bodas. Debe su fama al mirador, desde el que se puede ver casi todo el Valle de Milpa Alta, y especialmente el pueblo de Tlacoyucan, más abajo.

Se cree que este mirador sirvió como un antiguo observatorio, y también para contemplar el cielo. Está considerado como uno de los más importantes del mundo antiguo.

A nivel local, también es un monumento muy importante por albergar las tumbas de los dos últimos tlatoanis, es decir, los dos últimos gobernantes de la antigua Malachtépec, el altépetl (ciudad-estado) que precedió a Milpa Alta. La pequeña capilla está construida con piedras recuperadas de la tumba del penúltimo gobernante, Hueyitlahuilanqui, y contiene tanto sus restos como los de su hijo. El hijo, Hueyitlahuilli, tomó el mando tras la muerte de su padre en 1484. Decidió someterse al dominio español en 1528 y murió al año siguiente.

La capilla del Calvario y el mirador son sólo uno de los puntos de interés del gran San Lorenzo Tlacoyucan. Se trata de un pueblo originario en la ladera de una colina, situado en uno de los paisajes naturales más sorprendentes de la ciudad. La comida de este sitio es magnífica, al igual que su gente.