El horizonte de la Ciudad de México no siempre es fácil de ver. Hemos incluido una lista de miradores panorámicos. Dentro de los mejores hay un par de rascacielos que te permitirán subir a la parte más alta. (Tanto la Torre Mayor como la Torre Latinoamericana tienen miradores públicos).
Desde allí arriba se pueden ver muchos otros edificios altos de la ciudad. Los historiadores de la arquitectura probablemente notarán que la tendencia de construir hacia arriba comenzó con el edificio de la Lotería Nacional en 1933. El hecho es que los ingenieros tuvieron que aprender a construir edificios como estos en las duras condiciones de la Ciudad de México. ¡El de la lotería tardó 13 años en realizarse!
Los edificios que no sufrieron daños ni fueron demolidos después de los numerosos terremotos de los últimos 100 años son aquellos construidos con estándares exigentes y con técnicas innovadoras. Después de algunos errores con consecuencias trágicas, hoy los constructores siguen adelante con más confianza. Los resultados nos han dado el paisaje, o los paisajes, que disfrutamos hoy.
De hecho, hay muchas vistas de la Ciudad de México. Los rascacielos son solo una forma de apreciarlas.
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