San Pedro de los Pinos ha sido durante mucho tiempo uno de los lugares favoritos de los visitantes internacionales. Comenzó como destino veraniego de casas de campo para las clases adineradas de las cercanas Tacubaya y Mixcoac. La mayor parte del territorio estaba ocupado por ranchos y haciendas.
Aunque ciertamente había sido ocupado durante el periodo antiguo (un pequeño santuario al dios Mixcoatl fue documentado aquí) el nombre deriva del uso colonial de los bosques de pino en la zona. Los dominicos establecieron una capilla cerca de la garita de San Pedro, en el paso de la época colonial.
Palacios y casas de veraneo comenzaron a aparecer a finales del siglo XIX. No fue hasta el final de la Revolución Mexicana cuando el barrio se urbanizó realmente.
Hoy en día, San Pedro de los Pinos es una colonia para caminar. Los caminantes pueden contemplar los magníficos ejemplos de arquitectura residencial que se extienden por sus ordenadas calles desde el mercado y los parques.
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