El Templo de la Santísima Trinidad suele llamarse hoy simplemente “Santísima”. Es una iglesia icónica en medio de algunas de las zonas más antiguas y ruidosas del Centro Histórico. Grandiosa y magnífica, es un buen lugar para descansar del caos urbano. La fachada churrigueresca es impresionante. Se dice que fue una de las favoritas de la emperatriz Carlota en la década de 1860, y no sólo por la arquitectura, sino por los detalles y la ornamentación de la fachada, que continúan hasta el interior.
La historia del templo se remonta a 1526. Se dice que el lugar contenía una pequeña ermita o capilla patrocinada por un primitivo gremio de sastres. Se utilizaba para celebrar fiestas religiosas y para recibir a jóvenes aspirantes a sastres.
En 1569, tras una reconstrucción, un grupo de monjas de la Orden de Santa Clara ocupó la ermita y permaneció allí durante unos diez años. Cuando las monjas se marcharon finalmente, fue recuperada por el gremio de sastres que ahora colaboraba con los monjes de la Hermandad de San Pedro.
Junto a esta capilla, se comenzó a construir un hospital-hospicio de menor tamaño, para acoger a los indigentes. La construcción se inició en 1580. Esta iglesia, sin embargo, no fue consagrada hasta 1667. Durante las últimas décadas del siglo XVII hasta hoy, el templo ha sufrido múltiples reformas y reconstrucciones. Muchas de ellas se han debido a que la ciudad se hunde eternamente.
Tan sólo en el siglo XIX, el templo se hundió unos tres metros. Un grupo de arquitectos comenzó de nuevo las excavaciones y la reconstrucción en 1924. El templo se desenterró por completo en la década de 1980 y se restauró de nuevo hasta llegar al edificio que se puede apreciar hoy en día.
El templo de la Santísima Trinidad vuelve a ser notable. Quizá lo más impresionante sea la entrada de piedra gris dura, flanqueada por sus dos pilares. 12 medallones realizados en relieve representan a los apóstoles. Entre las columnas hay diez esculturas, cinco de las cuales representan a obispos, cuatro a papas y una a un sacerdote. Todo es tan detallado que se puede pasar mucho tiempo reflexionando sobre sus numerosos elementos y particularidades.
El Templo de la Santísima Trinidad está muy cerca del barrio de La Merced. Una de las partes más tradicionales y representativas del centro de la ciudad, hoy es más famosa por el gigantesco y siempre fascinante Mercado de la Merced.
Horario: lunes a domingo: de 8:00 a 20:00 horas.
La Congregación de Sacerdotes Seculares de San Pedro, junto con la cofradía de los Sastres de la ciudad construyeron el templo y hospital de la Santísima Trinidad en esta ciudad. El templo es uno de los ejemplos más hermosos del barroco estípite en la capital. La portada principal, la portada lateral, el campanario y el nicho con la estampa poseen pilastras conocidas como estípites, acusando su temporalidad (1755-1783) y al autor, Ildefonso de Iniesta Bejarano. Los curas construyeron el hospital para que en él convalecieran y agonizaran decentemente los sacerdotes seculares del arzobispado. Del rico interior apenas quedan algunas esculturas y pinturas diseminadas en la enorme nave del templo. La fachada del hospital sigue en pie, con su característico estilo neoclásico. Puede gozar la vista con el campanario que remata en forma de tiara papal.
Ruta del Corazón de México: Ruta Moneda-Santísima
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Proyecto “Corredor de Cultura Digital”.
Nombre de la investigación: Investigación Centro Histórico, Monumentos, Edificios y Puntos de Interés (2023)
Dirección de investigación y diseño de Rutas: Acércate al Centro A.C. Guadalupe Gómez Collada
Coordinación e investigación histórica: Fideicomiso del Centro histórico Dir. Maestra Loredana Montes
Cercano a 0.17 kms.
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