Monasterio del Desierto de los Leones

Lejos de todo, los Carmelitas del siglo XVII fundaron el Desierto de los Leones como un lugar dedicado al retiro, la reflexión y la meditación cristiana. Hoy en día, su propósito sigue siendo evidente en cada piedra, e incluso en los brotes más jóvenes de hierba que crecen por ahí.

Cómo llegar

Rodeado por uno de los parques nacionales más grandes y antiguos de la ciudad, es un lugar amplio y accesible para llegar. En transporte público, el autobús #116 te llevará directo a la entrada del parque. Se puede abordar el autobús en varias estaciones del metro.

La mayoría de los visitantes tomarán un taxi desde una u otra estación del metro, sin embargo, hay autobuses que llevan directo al parque, o a Santa Rosa Xochiac o San Mateo Tlaltenango, desde donde los taxis también pueden llevarte hasta la entrada del parque o el convento.

La construcción del monasterio comenzó en 1605 y para 1611, estaba casi terminado. El sitio original incluía un claustro principal y varias celdas para albergar a los monjes. También tenía un comedor, biblioteca, cocina y lavandería rodeados por cerca de 1,529 hectáreas de bosque. Por eso el clima es generalmente  fresco y en ocasiones frío. Una valla de unos veinte kilómetros rodea el área completa y anteriormente tenía la intención de mantener alejadas a las mujeres y limitar el acceso a los terrenos.

Uno de los lugares más populares para visitar hoy en día es un sótano tan oscuro, que la mayoría de los visitantes se pierde durante al menos unos minutos y para su sorpresa se  topan de pronto con celdas de castigo y catacumbas.

La capilla de los Secretos sigue siendo una estructura notable. Concebida como un lugar de culto sin contacto visual o personal permitido, solo se puede escuchar y para ello, se tiene que mantener la oreja pegada a la pared.

La iglesia principal tiene forma de cruz latina con cuatro capillas laterales. En el terreno hay ocho de las diez ermitas originales y cada una tenía una vivienda y un pequeño jardín.

Hoy, el Desierto de los Leones es un espectacular museo y sitio arquitectónico con una historia poco conocida y un retorno a la naturaleza y la contemplación a veces lamentablemente pospuestas.