El Castillo de Chapultepec es uno de los mejores museos en la ciudad, se trata de un lugar con tanta historia como el museo del que es sede. Habiendo sido residencia imperial y presidencial, es uno de los sitios con mejores vistas de la ciudad.
El castillo alberga el Museo de Historia Nacional. Situado en la cima del Cerro del Chapulín, es uno de los puntos más importantes de la ciudad desde el siglo trece.
La historia del museo empieza en 1825, cuando el primer presidente del México independiente, Guadalupe Victoria, ordenó la creación de un Museo Nacional Mexicano. Una sección de la Universidad Nacional y Pontificia se dedicó a cumplir este mandato. Comenzó con una colección grande de historia natural, con objetos como rocas, conchas, semillas y madera de muchas partes del país. La colección histórica incluía piezas del templo mayor y de zonas arqueológicas de Veracruz.
La Colección Lorenzo Boturini de 1737-1743 incluye un buen nùmero de códices y manuscritos en diferentes idiomas indígenas, mapas y crónicas coloniales. Seis años después el museo fue dividido en Antigüedades, Historia natural y Jardines botánicos, así como una extensa área de productos industriales.
La inestabilidad política del siglo XIX provocó que las tres ramas del museo no tuvieran ni el personal ni los recursos para funcionar. Las exhibiciones y la custodia del museo se dieron de forma irregular hasta que el emperador Maximiliano de Habsburgo fundó el Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia en 1866. Este museo abrió dentro de la Casa de Moneda, ubicado junto al Palacio Nacional y actualmente es el Museo de las Culturas del Mundo. Este museo fue dividido en tres departamentos: Historia Natural, Arqueología e Historia y la Biblioteca Nacional.
Tras el fin del segundo imperio mexicano, en 1867, cambió de nombre al Museo Nacional e incrementó su colección así como el sistema de clasificación y catálogo.
Durante el Porfiriato el museo siguió expandiéndose. Para 1908 la colección de historia natural se movió al Chopo. Sin esa sección, el Museo Nacional regresó a ser el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía.
Para 1916 la necesidad de un museo enfocado en la historia de la nación se volvió obvia. Con la suma de un museo de artillería se agregaron 30,000 objetos incluyendo porcelana, armas miniaturas y muebles. Durante la presidencia del presidente Lázaro Cárdenas, en 1939 se fundó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El castillo fue la opción lógica para albergar esta basta colección, por lo que fue restaurado, remodelado y adaptado a su nuevo uso entre 1941 y 1944. Abrió al público en 1944 con 30 salas de exhibición.
Sus colecciones permanentes incluyen pinturas, documentos, tecnología, vestimenta y muebles de distintos periodos de la historia mexicana. Comenzando con la caída de Tenochtitlán en 1521 hasta la Revolución Mexicana, el museo también es sede de conferencias, conciertos y eventos artísticos.
El área del jardín y el viejo observatorio abren a la par que el museo.
Martes a Domingo de 9:00 a 17:00 horas.
La construcción comenzó en 1785, durante el virreinato. Originalmente fue pensada como casa de verano para el virrey Bernardo de Gálvez quien en ese momento ordenó su construcción. Gálvez murió poco después de que la obra fuera terminada, por lo que el proyecto no concluyó por completo y el edificio fue vendido al gobierno municipal de la Ciudad de México en 1806.
Se mantuvo vacío durante la guerra de independencia y en 1833 fue asignado al Colegio Militar. El castillo es muy famoso por ser el sitio de la batalla de Chapultepec durante la guerra México-Estados Unidos. En esta batalla los cadetes del colegio militar defendieron a muerte el castillo el 13 de septiembre de 1847 y se les conoce actualmente como “Los Niños Héroes de Chapultepec” quienes son homenajeados en el monumento a los Niños Héroes dentro del mismo bosque, en una estación de Metro y diversos sitios en todo el país.
Cercano a 0.14 kms.
Cercano a 0.16 kms.
Cercano a 0.22 kms.
El museo más visitado de todo México, el Museo de Antropología es como el Metropolitan de Nueva York, pero aún mejor.
El Zoológico de Chapultepec sigue siendo una de las partes favoritas del parque. Con los niños, se pone aún mejor.
El famoso lago de Chapultepec es, de hecho, uno de varios cuerpos de agua, en un parque tan grande como algunas ciudades.
Uno de los museos más queridos de Chapultepec, el Caracol sigue siendo la presentación más dinámica de la historia de la ciudad.