San Juan Tlilhuaca es uno de los 25 pueblos originarios de Azcapotzalco. Sus pequeñas y tortuosas calles interrumpen la cuadrícula de calles de Azcapotzalco, recordando a los visitantes que este es un pueblo muy antiguo. Tlilhuaca proviene del náhuatl y significa “lugar donde se encuentra el Negro”, que hace referencia a la reputación tradicional del pueblo como centro de brujería y magia negra. Continúa leyendo esta entrada si quieres conocer algunas de las leyendas de la ciudad.
La longevidad del barrio es evidente para el visitante observador, a pesar de la relativa juventud de muchos de los edificios. Las calles angostas, el mercado sin adornos externos y el revoloteo constante de papelitos colgados de los techos lo convierten en un viaje a uno de los territorios más tradicionales de la Ciudad de México.
El catálogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señala que el templo está dedicado tanto a San Juan Apóstol como a San Juan Bautista. Existió una capilla más antigua dedicada a la Virgen María que fue construida en el entonces famoso barrio Ahuehuetes.
La fama de la zona estaba ligada a un manantial encantado del que nadie podía beber. Un sacerdote instó a los primeros feligreses a verter tierra y piedra en el manantial hasta cubrirlo, con la creencia de que el “maligno” residía allí. La creencia popular dicta que éste fue el fin del hechizo que pesaba en los Ahuehuetes.
Cuando llegaron los dominicos se construyeron dos capillas de madera. Una era para los tepanecas (la de Juan Bautista) y otra para los mexicas (la de Juan Evangelista). Sin embargo, el virrey ordenó que ambos santos fueran honrados en un solo templo.
La parte más antigua de la iglesia actual data del siglo XVII y sustituyó a un edificio de madera del siglo XVI. La iglesia original incluía una capilla, una rectoría y una escuela. A finales del siglo XVI, el virrey Álvaro Manrique ordenó el derribo del antiguo edificio. La nueva iglesia incluía una fachada de piedra tallada y paredes de piedra aplanada, rematadas con un techo abovedado y una cúpula circular.
Los gigantes y encorvados árboles de Ahuehuete aún ocupan un lugar en la tradición del vecindario. Cuenta la leyenda que éstos fueron plantados por el pueblo tepeneca cuando llegaron por primera vez a la orilla del lago Texcoco. Plantaron siete árboles para representar a los ancestros que habían traído consigo desde su tierra originaria, localizada en el actual Michoacán.
A partir de entonces, su nuevo hogar se conoció como Ahuehuetitlán, el actual San Juan Tlilhuaca. Se decía que Tezozómoc, el famoso gobernante y enemigo por largo tiempo de los mexicas, embellecía sus ciudades con estos árboles por la creencia de que no sólo proporcionaban sombra, sino también protección.
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Uno de los Pueblos originarios casi perdidos en Azcapotzalco.
One of Azcapotzalco's ancient neighborhoods is remembered in a stone chapel.
La capilla dedicada a San Andrés Apóstol data del siglo XVII.
El antiguo barrio era sagrado para el pueblo tepaneca, los principales rivales de los mexicas de Tenochtitlán.
Un torcido centro de pueblo hacia uno de los asentamientos más antiguos de Azcapotzalco...