Fotografía: Milton Martínez / Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0).
San Antonio Tecómitl es uno de los notables pueblos originarios de Milpa Alta. Situado alrededor de la iglesia parroquial dedicada a San Antonio de Padua, es un pueblo encantador y la sede del primer centro cultural y escuela de arte FARO de la región. Está a pocos minutos al noreste de Villa Milpa Alta.
La iglesia fue construida por los franciscanos en el siglo XVI. Fue declarada monumento histórico en 1933. El estilo se considera ecléctico, ya que algunos detalles son audazmente neoclásicos. Debajo de esos detalles hay una comprensión barroca de la masa y la forma, pero los arcos del campanario son semicirculares y están sostenidos por columnas dóricas. Las ventanas son, inusualmente, góticas, con vitrales, y están protegidas desde arriba por bóvedas catalanas.
Dentro de la iglesia se conservan registros de matrimonios, bautizos y defunciones desde hace siglos. Varios cálices e instrumentos eclesiásticos sobrevivieron a la reforma religiosa de mediados del siglo XIX, que vació muchos tesoros eclesiásticos similares. El arte en el interior de la iglesia es predominantemente barroco, pero también hay varias acuarelas notables. Alrededor del altar se representa la vida de San Antonio de Padua, también en acuarela. La biblioteca de la iglesia alberga raros ejemplares de la Teología Mística de Buenaventura, las Crónicas de San Francisco de Asís y el Arte de la Lengua Mexicana.
La iglesia está rodeada por la Plaza Corregidora con el quiosco (en la foto de arriba). Aquí hay casi siempre mucho movimiento.
San Antonio Tecómitl: Pueblo místico de los nahuales
Tecómitl, de origen náhuatl, deriva de la palabra tecome. Se cree que es una aliteración de tecomic: tetl-piedra, comitl-pote y co-lugar. Por ello, se cree que el nombre significa “en la olla de piedra”. Gran parte de la leyenda y el significado del nombre se conservan en la Capilla de la Olla de Piedra. Es una visita obligada.
Fundado en 1140, San Antonio Tecómitl es conocido principalmente por su misticismo. Los llamados nahuales, personas que se transforman en animales como perros, burros y cerdos, son comunes donde se habla náhuatl. Tecómitl es el epicentro de estas leyendas. Esto se debe en gran medida al libro Brujas, nahuales y serpientes, de Anabell Chavira, que relata muchas de las leyendas del pueblo, y que hoy se recuerda una en una de las entradas del pueblo.
Por muchas de estas razones, el cementerio de la ciudad es uno de los más visitados en el Día de Muertos, a principios de cada noviembre. Se sabe que los festejos se extienden fuera del cementerio, en el lado este de la ciudad, y continúan incluso en el centro de la ciudad.
Tecómitl también alberga uno de los dos centros de arte FARO que ofrecen sus servicios a la alcaldía Milpa Alta. Se anima a los visitantes a consultar su programa de eventos cuando estén en la ciudad.
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A final resting place for some of Mexico's most important people . . .
A park that comes alive with colorful animals in Tláhuac . . .
One of Tláhuac's great traditional neighborhood markets . . .
One of the most haunted places in the Center of Tlalpan . . .