Plaza del Seminario / Restos de aposentos

La Plaza del Seminario es la contrapartida oriental de la Plaza Menor or Plazuela del Marqués, en el lado oeste de la Catedral. A veces se la denomina Plaza del Templo Mayor, ya que sirve de entrada al museo. Pero más comúnmente, y más oficialmente, se la conoce como la Plaza Manuel Gamio, por uno de los arqueólogos que más contribuyó a la apertura del museo.

• Manuel Gamio Martínez (1883-1960) fue arqueólogo, sociólogo y líder del movimiento indigenista. Considerado el padre de los estudios antropológicos modernos en México, nació en Ciudad de México. Estudió ingeniería y más tarde arqueología, etnología y antropología. A los 19 años abandonó sus estudios para trabajar en la plantación familiar de caucho y allí aprendió la lengua náhuatl de los trabajadores. Interesado por las culturas indígenas, retomó los estudios en el Museo Nacional. Más tarde se doctoró en la Universidad de Columbia. Se convirtió en uno de los primeros investigadores científicos más importantes que exploraron Teotihuacan. También fue uno de los primeros defensores de los derechos de los pueblos indígenas a ser reconocidos y a ocupar un lugar en la vida pública mexicana.

La plaza se recuerda históricamente por haber estado cerca de donde Alonso García Bravo planificó el primer trazado de la ciudad en la década de 1520. Aquí también se estableció la  Real y Pontificia Universidad  ya en 1551. Hoy es el Museo Hoy de la UNAM. La plaza aún lleva el nombre del Seminario Conciliar de San Pablo, de 1689. Se ordenó su demolición en 1861, pero no se erradicó del todo hasta 1928, cuando fue sustituido por un hotel y más tarde por una farmacia, ambos todavía con el nombre de Seminario. La calle que bordea la plaza por el este sigue llamándose Seminario.

Cuando la zona arqueológica tomó forma en 1978, la Plaza del Seminario adquirió la forma que vemos y experimentamos hoy en día. Fue aquí donde Manuel Gamio reveló por primera vez una esquina del antiguo Templo Mayor en 1913. Anteriormente se creía que estaba justo debajo de la catedral. A lo largo del siglo XX, el contorno de la plaza cambiaría numerosas veces.

La Plaza Manuel Gamio se completó a finales de la década de 1970 con la adición de la fuente. Ésta incluye una maqueta de la antigua México-Tenochtitlan. Pero hoy, los visitantes internacionales la contemplan como una plaza vibrante con las llamadas de los bailarines tradicionales, que a su vez recuerdan parte del movimiento indigenista defendido por Manuel Gamio.