Central de Abastos: Pasillos

Fotografía: Milton Martínez / Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

La Central de Abastos “Pasillos” es a lo que la mayoría de la gente se refiere cuando habla de una visita a Abastos. Muchas de estas personas sólo visitan el otro lado, la parte al aire libre de Abastos (al norte), porque entrar en los gigantescos edificios de estilo almacén de la mitad sur del complejo les parece un compromiso.

Los verdaderos principiantes querrán ir con un grupo de turistas. Acabarás viendo mucho más que cuando deambulas y esperas no perderte. Te perderás. Pero eso es, probablemente, al menos parte de la diversión.

Abastos abrió en la década de 1980 como sustituto del entonces mayor mercado de la ciudad, La Merced. Rápidamente se convirtió en un centro de distribución de alimentos, pero en un México independiente y amigo de las pequeñas empresas, siempre tuvo sus pequeños clientes. Eso es bueno para los visitantes de otros países, porque todavía se puede visitar, caminar por los pasillos cavernosos, y recoger algo especial por casi nada de dinero, o al menos, más barato que en cualquier otro lugar.

También se puede tener una idea de la escala, o al menos intentarlo. Es enorme, y en los pasillos se comercia de todo, desde productos envasados a productos de la granja, pasando por productos de carnicería. Esto es así porque la gente no toleraría que una sola familia se apoderara de todo, como ocurre en otros lugares del mundo. Eso limita lo que se puede conseguir y a menudo significa que nunca se podría encontrar comida tan fresca, y mucho menos en estas cantidades.

Es un día divertido, pero prepárate para perderte al menos un poco. Ve con un grupo y mantente en contacto con ellos.