Zona Arqueológica de Tlapacoya y Cerro del Elefante

La Zona Arqueológica de Tlapacoya es uno de los sitios importantes de excavaciones arqueológicas y ruinas de pirámides en uno de los extremos de la ciudad, cerca de Santa Catarina Yecahuízotl en Tláhuac. En Ixtapaluca, el sitio se encuentra al pie del cerro de Tlapacoya. Este es conocido popularmente como el Cerro del Elefante por su parecido con un paquidermo. El sitio estaba en la orilla del antiguo lago de Chalco. Se suele llegar al sitio desde la carretera México-Puebla. La construcción de la autopista condujo al descubrimiento del sitio en la década de 1950.

El sitio es más conocido por las “figurillas de Tlapacoya“. Las cuales son figurillas de arcilla muy detalladas, incluso con cierta personalidad, que datan de entre los años 1500 y 300 a. e. c. Son algunas de las obras más queridas del periodo preclásico. El yacimiento es también un foco de controversia. Muchos expertos creen que el muestra una fuerte influencia de la civilización olmeca, y es cierto que muy probablemente que intercambios comerciales con los olmecas. En general, se considera que formaron parte de la cultura de Tlatilco, considerada durante mucho tiempo como la más antigua del Valle de México.

Pero el yacimiento también reveló restos de seres humanos de cerca de 25,000 años de antigüedad. Esto pone en duda la creencia de que la cultura Clovis (datada entre 11,500 y 11,000 años atrás) era la más antigua de América. El yacimiento de Tlapacoya pone en duda, por tanto, las primeras migraciones a todo el continente.

En el parque del Cerro del Elefante se encuentra una de las esculturas gigantes de Jorge Marín, un artista que, sobre todo, representa temas de la comedia del arte en obras a menudo de tamaño monumental. El parque ecológico ofrece un entorno desértico montañoso que se puede explorar, así como rutas de senderismo y ciclismo de montaña relativamente fáciles. Las vistas son a menudo espectaculares.