Reloj Otomano / Plaza del Colegio de Niñas

El Reloj Otomano adorna la esquina de las calles Venustiano Carranza y Bolívar, en el centro de la ciudad. Es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Por ello, no es extraño que la plaza en la que se encuentra tenga también una larga y digna historia llena de diferentes nombres.

A mediados del siglo XIX, el Colegio de Niñas instaló un aljibe destinado a abastecer tanto al barrio como al viejo Colegio de Niñas. Actualmente es el Club de Banqueros, al otro lado de la calle. A veces todavía se oye mencionar la Plaza del Colegio de Niñas.

La ciudad renovó la plaza del aljibe en 1870. Se plantaron árboles y una fuente. El Colegio de Niñas cerró en 1862 a raíz de las Reformas Religiosas. En esa época, la ciudad rebautizó la plaza con el nombre de Plaza 5 de mayo, aunque nunca llegó a imponerse. Bajo el gobierno de Porfirio Díaz, la ciudad volvió a remodelarla y la rebautizó como Plaza Victoria.

La escultura de la rana tocando el laúd data quizá de finales del siglo XIX. Se cree que proviene de una fotografía de 1909 de Guillermo Kahlo, cuyas fotos ilustran gran parte del Porfiriato tardío. Pero los orígenes de la escultura no están claros. Es un monumento muy popular. La escultura honra a los músicos que tocan al norte, en la calle 18 de septiembre, y que compran sus instrumentos aquí, en Bolívar. Anteriormente, los limpiabotas de la zona habían reclamado el monumento. Y los banqueros de la zona mantenían su fuente repleta de monedas después de hacer su parada diaria para pulir el calzado. La Plaza de la Ranita es otro de los nombres con los que se conoce a la plaza.

El reloj otomano

El nombre más común hoy en día, Plaza del Reloj Otomano, hace referencia al monumento más destacado de la plaza. Las comunidades libanesa, turca y siria de México regalaron el reloj al Gobierno de México. Desde 1892 habían inmigrado a México, aunque a lo largo del siglo XIX lo habían hecho en menor número. Se calcula que 100,000 araboparlantes llamaban a México su hogar cuando se entregó el reloj. Entre sus contribuciones a la sociedad y la cultura mexicanas destacan los tacos árabes. Y los tacos al pastor siguen siendo un fuerte símbolo de Ciudad de México.

Las embajadas de Turquía y Líbano restauraron el reloj en 2010. Fue el bicentenario de la Independencia de México y el centenario del regalo de los otomanos. La veleta situada sobre las tres campanas representa los símbolos de los tres países: el escudo mexicano, la media luna turca y el cedro libanés.