La Iglesia del Santo Niño Jesús destaca para los pasajeros que pasan por un tramo elevado del Circuito Interior, a sólo una cuadra hacia el oeste. Es un punto de referencia prominente, uno de los pocos, en el antiguo barrio industrial de Atlampa. En náhuatl, el nombre del barrio significa simplemente “en el agua” o “bajo el agua”. Puede que el antiguo lago haya sido más amable con la colonia que los años transcurridos desde mediados del siglo XX.
El templo se levantó en la década de 1940. Según la leyenda, uno de los más destacados de los que trabajaban con los Misioneros de San José, para construir otra iglesia, era un hombre llamado José María Troncoso y Herrera. Muy pronto, encargó una estatua de piedra del Santo Niño Jesús. En el lenguaje actual, lo consideraríamos un instrumento de marketing.
La estatua sigue ocupando el nicho central de la fachada de la iglesia. La figura está dotada de un gesto humilde y sereno, una bolsa de peregrino y gavillas de trigo y uvas para representar la sangre y el cuerpo de Cristo. En aquella época anterior a la televisión, se convirtió en toda una sensación. En los barrios más pobres de Ciudad de México, si no de la zona urbana circundante, las peregrinaciones-recaudación de fondos tuvieron tal éxito que no sólo hubo dinero para la iglesia original, sino también para ésta. Y esta segunda iglesia se dedicó al mismo Santo Niño Jesús.
La Atlampa industrial decayó con las vías férreas que ocupaban el actual Tlatelolco. El barrio se tambaleó durante el resto del siglo XX como una especie de vestigio industrial, si no como un anacronismo. Pero su iglesia quedó de una época en la que tantas familias de trabajadores abarrotaban su tranquilo interior que fue necesario ampliarla considerablemente. Es probable que la iglesia no aparezca en muchas guías arquitectónicas, pero es una piedra de toque reconfortante en un viaje por la zona.
Cercano a 0.44 kms.
Cercano a 0.46 kms.
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One of the most iconic stretches of the Calzada México Tacuba . . .
Uno de los nuevos espacios expositivos de la CDMX.
El otro mercado histórico de Santa María la Ribera.
Como capilla, el edificio estaba destinado a servir a la gente de Xochimanque.
Un sorprendente confort del turbulento siglo XX...